martes, 28 de octubre de 2014

18-10-2014




¿Qué hay de cierto en las relaciones de amistad? ¿Qué hay de cierto en esas personas que llamamos amigos, en las que confiamos, en las que consideramos nuestra familia? No hay nada peor que sentir que no puedes confiar en nadie o, en su defecto, que puedes confiar en muy pocos. Sentir que las personas que te rodean te esconden algo con la única finalidad de no hacerte el camino fácil. ¿Qué consiguen así? ¿Se sentirán mejor por ello?. Aun así tú continúas confiando en esa persona, apoyándote en ella, y por qué no, si tienes la oportunidad, continúas haciéndole el camino fácil, eso que ella ha dejado de hacer, o quizá no haya hecho nunca. Pero tú continuas sí, aunque te hayas dicho para ti misma y una mil veces que no lo volverías hacer, lo haces y lo seguirás haciendo. Y es que por más que quieras, la forma de ser, lo innato, los genes, no los podemos cambiar. ¿Y por ello nos debemos sentir tontos? Desde mi opinión creo que no, que eso no es así, que lo más importante es sentirse bien con uno mismo, que eso está muy por encima de cómo quedemos con los demás o a la vista de los demás, pues he de decir, yo que lo he vivido en mis propias carnes, que no hay nada mejor que sentirse bien con uno mismo, que no hay nada mejor que sentir esa paz interior que queda cuando haces algo que crees que tienes que hacer, que es lo mejor para callar esa "vocecilla" interna, que tanto nos molesta y que la mayoría de las veces tiene razón, cuando haces lo que crees que es mejor para ti, independientemente de cómo quedes ante los demás. Con esto no quiero decir que no te importe la opinión, el consejo de los que te rodean, pero cuidado a quién le haces caso, todo el mundo tiene derecho (o no) a darte su opinión, porque sí, estamos en una sociedad en el que todo el mundo parece tener el derecho a opinar, parece que importa poco la manera en la que lo haga, y ahí entras tú. Quédate con las opiniones que te vayan a aportar algo, las opiniones de la gente que realmente te importa, la que realmente te quiere, porque esa gente, la que de verdad te quiere, perdonará tus errores y seguirá a tu lado a pesar de todo. Quién no lo haga, cuanto te des cuenta de las personas que no merecer la pena tener a tu lado, por doloroso que sea, antes encontrarás la felicidad plena. Y es que de ser tonto a hacerse el tonto hay un trecho, y todos, en mayor o menor medida, queramos o no, sabemos las personas que merecen la pena y las que están de “pega”, las que están porque tiene que haber de todo.
En este mundo corrupto, donde la ley del más fuerte parece ser la única que tiene cabida, donde somos capaces de pisotear a los demás y no mirarles ni a la cara mientras lo hacemos, donde lo único que nos importan es nuestra felicidad (muchas veces aparente, pocas real), nuestro éxito, nuestros bienes materiales, poco importa qué o quién hayamos dejado por el camino. Dónde cada vez nos alejamos más del concepto persona, dónde cada vez quedan menos valores morales o éticos, dónde directamente no quedan valores, debemos quedarnos con quien nos

demuestre ser una persona en mayúsculas, porque al fin y al cabo no importa la cantidad de gente que tenemos alrededor sino la calidad de estos. Y lo más importante, intenta ser tú una PERSONA en mayúsculas puesto que no hay nada mejor que sentir paz interior, lo demás viene solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario