“La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir
porque es comenzar siempre, a cada instante”
Cesare Pavese
Una nostalgia invade mi cuerpo sin poder hacer nada, sin
poder evitar y quizá sin querer evitar las lágrimas que caen de mis ojos. Una nostalgia
adelantada, característica siempre del ser humano, adelantar acontecimientos,
vivir con prisa.
Unas lágrimas que, a priori, pueden parecer de tristeza,
nada más lejos de la realidad, esta vez no son de tristeza. Un cóctel de
sentimientos invade mi corazón y un cúmulo de pensamiento aparecen en mi cabeza
mientras caminamos por la ciudad. No sabría decir que sentía, no sabría
identificar el momento exacto en el que comencé a derramar lágrimas y no sabría
decir porque no podía parar de llorar, lo único que podría decir es que
necesitaba ese momento y necesitaba a las personas con las que lo compartir.
No creo que haya nada en esta vida más bonito que llorar de
felicidad, y aunque quizá mis lágrimas no sean exactamente de eso, son lágrimas
de echar de menos, y tampoco creo que haya nada más bonito que echar de menos,
si se es correspondido.
Sé que los dos estáis leyendo esto, porque quiero que lo leáis.
Desde que os conozco no he parado de compartir momentos con vosotros, de vivir,
de aprender, de reír, de llorar, de cervezas, de amor, de felicidad y lo mejor
de todo es lo que nos queda. Esto es mi pequeño agradecimiento, sé que es
adelantado, que no hay fecha para el hasta luego (nunca habrá un adiós) pero lo
necesito, necesito escribir esto y sobre todo necesito deciros GRACIAS por todo
y por tanto.
Cada vez creo más en las señales, en que cada persona
tenemos una misión en el mundo, y pronto comenzaré a descubrir cuál es la mía,
gracias por acompañarme, aunque no sea físicamente, gracias por darme la mano y
no soltarme nunca, no puedo evitar sentirme profundamente agradecida por
teneros en mi vida!.
Vivir es comenzar, comencemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario